Este sistema, que "en principio" está previsto para 2015, constituye, según el Ejecutivo, es el más relevante "por su repercusión directa en todos los ciudadanos" de la Directiva comunitaria sobre sistemas inteligentes de transporte que el Consejo de Ministros ha acordado incorporar al ordenamiento jurídico español.
En virtud del sistema 'e-call', en caso de que un vehículo tuviera un accidente, un sensor incorporado activará (por ejemplo al desplegarse el air-bag), un mecanismo que a través de telefonía móvil enviará, automáticamente y sin intervención humana, los datos del vehículo y su ubicación geográfica al Centro de Emergencias 112.
Se activarán, así, de forma inmediata los servicios de asistencia sanitaria, policía, bomberos, etcétera, de modo que los posibles heridos sean atendidos rápidamente. Hay que recordar que la probabilidad de supervivencia de los heridos graves disminuye enormemente cuando transcurren más de veinte minutos entre el accidente y la atención médica).
Esta directiva fija otros ámbitos y acciones prioritarias de normalización y coordinación en toda la UE, que contemplan el suministro de información sobre tráfico en tiempo real y determinar el mínimo de información gratuita para el usuario.
Para el Gobierno, esta directiva contribuirá a "servir mejor a los intereses de los usuarios, a dar respuesta a las necesidades de transportistas y operadores, a abrir oportunidades a trabajadores y empresas, a proporcionar nuevos servicios y de más calidad a los ciudadanos y, especialmente, a mejorar el nivel de la seguridad vial en toda clase de vías públicas de nuestro país".
En concreto, estima que se conseguirá mejorar la seguridad vial en toda clase de vías públicas. Además, al actuar con mayor prontitud, se podrán adoptar medidas para reducir la duración y la longitud de las retenciones que sufren el resto de los usuarios, con el consiguiente ahorro de tiempo que también supone ahorrar dinero. Y, por último, al disminuir el número de vehículos afectados por el atasco y la duración de éste, se evita el incremento de emisiones contaminantes añadidas generadas por aquellos.
Los Sistemas Inteligentes de Transporte (SIT) son el conjunto de aplicaciones prácticas que incorpora las tecnologías de la información y de las comunicaciones de manera integrada en los vehículos y en las infraestructuras, con objeto de mejorar la seguridad vial, la gestión del tráfico y del transporte, y la capacidad de los usuarios para elegir de qué manera hacen un viaje.
Aunque este concepto abarca todos los modos de transporte (aéreo, marítimo y terrestre), su principal desarrollo y donde más impacto tendrá a nivel social en los próximos años, será en este último.
En los últimos veinte años, estos sistemas han transformado el modo de abordar la mejora de la seguridad vial en las vías públicas, la manera en que las autoridades gestionan la movilidad, el modo en que las empresas organizan el transporte de mercancías y las facilidades que tienen los ciudadanos a la hora de conocer cómo pueden desplazarse y cuánto tiempo tardarán en hacerlo.
Las numerosas iniciativas públicas y privadas puestas en práctica en este campo han tenido un carácter aislado y diferente en unos países y en otros, alcanzando ya un importante grado de desarrollo en numerosas ciudades y amplios territorios.
Los resultados de todas ellas en su conjunto han puesto en evidencia que la aplicación de los Sistemas Inteligentes de Transporte en el transporte terrestre y, sobre todo, las centradas en la movilidad a lo largo de las vías públicas, contribuye a mejorar de forma sustancial los niveles de seguridad vial, a reducir la congestión del tráfico y a disminuir la contaminación ambiental generada por el uso de los vehículos.
Pero, además, abre una oportunidad a las empresas, tanto al sector industrial que desarrolla tecnologías en este campo, como a las que las utilizan en sus productos (fabricantes de vehículos), a las que lo hacen en sus operaciones habituales (logística y distribución de mercancías), a las de telecomunicaciones que proporcionan el soporte técnico para la transmisión de la información y a las que facilitan servicios finales que son útiles para los ciudadanos (navegadores, páginas web, etcétera). Y estas oportunidades empresariales son potenciales puestos de trabajo, en su mayor parte de media y alta cualificación.