El sur de España debería tener sistemas de alerta contra tsunamis
porque el país no está exento de terremotos ni tsunamis porque tiene un
riesgo geológico "moderado", según el presidente del Ilustre Colegio de
Geólogos, Luis Suárez.
Así, ante el terremoto de 8,9 grados de magnitud en la escala Ricther
que se ha registrado este miércoles en Indonesia, ha explicado a Europa Press que
podría producir un 'tsunami' que llegaría a las costas del Índico en
unas tres o cuatro horas y que el seísmo ha liberado una energía
equivalente a la explosión de 100 millones de toneladas TNT.
Sobre España, ha recordado que a causa del terremoto de Lisboa, en la concurrencia de las fallas de las Azores y Gibraltar,
se produjo hace unos 200 años un tsunami que dejó 1.000 muertos en las
costas de Huelva y Cádiz y que el día de navidad de 1885, un terremoto
dejó en Arenas del Rey (Granada) unos 900 muertos.
Por ello, opina que sería positivo que se instalaran mecanismos o sistemas de alerta
en el sur de España, sobre todo en la fachada atlántica. Además, ha
defendido como una de las medidas que "menos cuesta" es la formación e
información en riesgos geológicos, con los que los ciudadanos pueden
tomar conciencia.
"En España tenemos que mejorar mucho", ha apostillado el presidente de
los geólogos, que apuesta por que se llegue a un consenso entre las
comunidades autónomas de Andalucía, Murcia y Valencia para abordar este
tema desde el punto de vista local, regional o estatal porque, según ha
advertido "se pueden producir terremotos como el de Lorca o mucho más
elevados de magnitud".
Pese a que el riesgo en España es "limitado", a su juicio, "hay que
tomar medidas con un plan a diez años" y ha criticado que el tiempo
geológico y el político son distintos porque en España se producen
terremotos destructivos cada 80 años aproximadamente pero los poderes
políticos "tienen que pensar en no diseñar planes solo para cuatro años
sino para un tiempo mayor".
"No somos un país con riesgo sísmico alto, sino moderado pero tenemos
que tomar medidas de planificación a medio largo plazo más concretas y
eficientes porque algún día nos tocará", ha concretado porque "se sabe
donde se van a producir, pero no cuándo". En España las zonas de mayor
riesgo son el sur y sureste peninsular.
Gran magnitud del anillo de fuego
El experto ha señalado que el terremoto se ha producido a 495 kilómetros de Banda Aceh,
la capital de la región indonesia de Aceh, y su hipocentro se ha
registrado a 33 kilómetro de profundidad en la zona conocida como anillo
de fuego, donde confluyen la placa Euroasiática y la placa Pacífica,
"una de las zonas con mayor intensidad sísmica de la Tierra". Sin
embargo, espera que el hecho de que se haya producido a tanta
profundidad suponga "pocos" daños.
Suárez ha destacado que, de acuerdo a los datos del Servicio Geológico
de Estados Unidos (USGS), esta zona registra una media de 7.000 sismos anuales, "aunque la mayoría son de baja intensidad".
En esta misma zona, el 26 de diciembre de 2004 se produjo un terremoto
de magnitud 9,2 en la escala de Richter que provocó un devastador
tsunami en el que fallecieron más de 60.000 personas sólo en la ciudad
de Banda Aceh, al este de Kuala Lumpur.
Así, ha dicho que, en total, el seísmo y ha añadido que, de momento no
se conoce un balance de posibles daños materiales o humanos, algo que
depende del desarrollo económico del país. Por ejemplo, ha recordado que
en el que se produjo en Japón el 11 de marzo de 2011 a las 12 horas ya
se tenía un conocimiento cualitativo del terremoto.
Respecto a la velocidad de propagación del tsunami, ha indicado que en
el caso de Japón, el tsunami llegó a Chile al día siguiente, porque el
tsunami suele salir del foco o epicentro a una velocidad "muy alta", en
algunos casos de 200 kilómetros por hora, que posteriormente va
disminuyendo. "El de Japón fue un salto de agua de muchos metros y
produjo un tsunami brutal y catastrófico", ha añadido.
Sobre las posibilidades de evacuación, Suárez estima que en tres o
cuatro horas sí hay tiempo para evacuar a la población porque toda la
zona cuenta con sistemas de alerta que no sirvieron en Japón porque el
terremoto se produjo muy próximo a la costa.
En ese sentido, ha precisado que los países cuentan con sistemas
conectados a terremotos en la zona que emiten señales acústicas,
luminosas, o de megafonía, para que la población se resguarde en zonas
seguras. Sin embargo, esto no funcionó en el caso de Japón porque tenían
pantallas de cinco metros, cuando la ola gigante alcanzó casi los 20
metros de altura.
El presidente de los geólogos ha subrayado que la primera de las
señales para saber si llegará o no un tsunami es que el mar se retira de
manera destacada.