Aunque no son tan habituales como quizás debieran, las placas fotovoltáicas van siendo parte del paisaje cotidiano de países como España. Y aunque nos parezcan la última hora de la tecnología, lo cierto es que son una realidad desde el siglo XIX.
Las leyes físicas que sustentan esta transformación del sol en electricidad se descibieron aún antes. Según explica el catedrático Antonio Ruiz de Elvira, todo se basa en la capacidad que los rayos solares tienen para 'mover' electrones de su sitio.
Puesto que los electrones se mueven caóticamente en torno al núcleo del átomo en distintas capas, cuando una de estas partículas es desplazada hacia otro orbital, tiende a volver a su estado inicial, liberando energía, que se puede 'canalizar'