Cuando los médicos norteamericanos comprobaron decenas de casos de intoxicación por GHB, con mareos, confusión, náuseas, temblores, espasmos, depresión del Sistema Nervioso Central (SNC) y depresión de la respiración, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos prohibió el GHB como suplemento nutricional y se restringió su uso y solo bajo supervisión médica.
El uso clandestino del GHB, según el doctor Zavaleta, está vinculado a su capacidad para inducir un estado de "trance" que se asemeja al sueño fisiológico, dándose previamente un agradable estado de euforia. Sus consumidores lo llaman, entre otras cosas, "éxtasis líquido", porque encuentran que produce un estado agradable, con euforia apacible, relajación, sensualidad y calor emocional, todo ello seguido por un apacible adormecimiento.
Se dan casos también de planificadas violaciones, aprovechando el carácter inodoro e insaboro de la sustancia, es mezclada con gaseosa o cerveza y es bebida sin advertirse por la pareja. A ese malsano uso se debe otro apelativo del GHB: "viola fácil".
Ante el peligro inminente que representa el ingreso de GHB al Perú, el doctor Alfonso Zavaleta, da su voz de alerta: "los usuarios de esta sustancia deben saber que tarde o temprano correrán el riesgo de muchos efectos físicos negativos, incluidos vómitos, insuficiencia hepática, problemas respiratorios potencialmente fatales, temblores y convulsiones que podrían resultar en coma y muerte".